Muchos se preguntan de la relación entre el uso de la tecnología y los niños, especialmente debido a los peligros a los que estos están expuestos en las redes sociales y los posibles riesgos sobre la salud mental y emocional. Incluso, hay quienes desaconsejan su uso en menores de 12 años.
Lo cierto, es que nos preguntamos ¿son nocivas las nuevas tecnologías para nuestros hijos? , ¿Realmente puede perjudicar su desarrollo? ¿Qué dice la investigación científica?
Un artículo estadounidense llamado “Children, wired: for better and for worse” afirmo que “Depende del contenido, el contexto y la fase madurativa del niño. Hay motivos tanto para el optimismo como para la preocupación, que dependen del contenido de la tecnología, y la etapa del desarrollo en la que se encuentra el niño y adolescente”.
Es decir, no causan el mismo efecto el uso de las tecnologías en un niño de 2 años y en un niño de 10 años.
La Asociación Americana de Pediatría (AAP) recomienda el uso restringido de la televisión y otros dispositivos multimedia en menores de 2 años e incluso deberían evitarse, ya que los niños pequeños aprenden más de su interacción con seres humanos y no con pantallas.
El tiempo que los niños pasan viendo televisión resta de la posibilidad de tiempo destinado a la estimulación del desarrollo con sus padres o hermanos, donde los especialistas aconsejan evitar el uso de pantallas en menores de 2 años y fomentar actividades que promuevan su adecuado desarrollo cerebral y afectivo, como hablar, jugar, cantar y leer juntos.
Sin embargo, los usos de las tecnologías son más evidentes en la etapa escolar, donde los niños pueden beneficiarse de todo su potencial. El poder didáctico de las nuevas tecnologías se ha introducido en las aulas, a través de computadores y pizarras interactivas, empleadas en el aprendizaje de idiomas, por ejemplo, o refuerzo de la gramática en lenguaje y comunicación. Muchos docentes recomiendan juegos didácticos basados en el uso de la tecnología para las matemáticas o el lenguaje, para poder incentivar a que los niños potencien su aprendizaje.
No hay que olvidar que el uso de las tecnologías será una herramienta que nuestros hijos tendrán que dominar a futuro, en su mundo académico y laboral. Algunos científicos afirman que el uso del computador en esta etapa puede beneficiar el desarrollo cognitivo, el rendimiento académico y reducir las barreras de interacción social, la mejora del procesamiento visual y las habilidades motrices.
¿Debemos entonces prohibirles la tecnología?
Algunas claves son:
– La tecnología en sí misma, no supone un problema para nuestros hijos, el problema puede venir del uso que se haga de ella. El adecuado acompañamiento y orientación de las familias, podemos convertir a la tecnología en nuestra aliada de cara a su crecimiento personal.
– Prohibir la tecnología no es sólo perjudicial, sino es inútil. La conducta de los padres ejerce una gran influencia sobre sus hijos en muy diversos ámbitos. Seamos nosotros mismos, pues, lo que queremos que nuestros hijos sean.