En esta etapa el juego pasa a ser una elección por la práctica de algún deporte. De acuerdo a la etapa del desarrollo, aparecen las normas y reglas dentro de éste, además de los aspectos morales, que tendrán un papel muy importante de éste.
Es aquí donde se aprende a competir y a cooperar. A experimentar el éxito y el fracaso. El juego en esta etapa cumple un rol social fundamental, donde los pares son los demás niños.
Se pueden asumir papeles fantásticos, no reales, donde el juego es libre y el niño puede armar, cortar, imaginar finales de cuentos e historias.
En esta edad es cuando podemos incentivar el amor por la lectura, en donde un libro puede resultar atractivo y entretenido para el niño.
Algunos momentos claves son:
El juego de los 6 a los 8 años: Es una etapa donde el juego colectivo es fundamental. El niño comienza a individualizarse del adulto y a tratar a sus compañeros de juego por igual. Deja el yo para pensar en un colectivo, aplicando en el juego las mismas reglas para todos. Nacen los juegos de competición, donde se compite contra otros grupos. Como los juegos son de proeza, un factor determinante para el triunfo es la fuerza física, por lo que interviene directamente el desarrollo físico de los niños.
El juego de los 8 a los 10 años: Se separan más de los padres. Surgen las pandillas. En los juegos ya se usa mucho el lenguaje lo que provocará a menudo discusiones y hará que se establezcan reglas del juego o planes de acción. En esta fase se va a producir la diferenciación sexual en los juegos de un modo un poco inconsciente. Frente a los juegos de las niñas, los cuales son más estrictos y con más reglas, están los juegos de los niños. Estos se caracterizan por su intensidad y combatividad.
El juego de los 10 a los 12 años: En esta etapa la figura de la pandilla va a consolidarse más. La diferenciación sexual va a verse acentuada por la divergencia de intereses y necesidades y por el desarrollo físico e intelectual. Esto provocará, entre ambos sexos, un rechazo declarado y consciente. A los doce años los intereses de la pandilla pasan a segundo plano. La actividad se torna más individual. Sólo permanece el carácter de grupo en los deportes de equipo. Los niños volverán a centrar sus juegos y actividades en ellos mismos al iniciarse la formación de su imagen corporal.
¿Qué beneficios aporta cada juego al desarrollo infantil?
– Saltar cuerda mejora la comunicación entre los dos hemisferios cerebrales.
– Bailar y cantar favorece el equilibrio y el ritmo.
– Manipular barro y plastilina desarrolla la creatividad y mejora la motricidad fina.
– Jugar a las escondidas estimula el desarrollo social, motor y cognitivo a partir de la secuencia y la organización.
– Los juegos de mesa integran a la familia en torno a un objetivo común. Favorecen el lenguaje y la aptitud matemática.
– Los muñecos desarrollan la independencia.
– Los juegos de parque fortalecen su motricidad gruesa.
– Rondas, cantos, adivinanzas y trabalenguas estimulan las competencias cognitivas de los niños y fortalecen el vínculo afectivo con sus padres.